Somos lo que comemos y digerimos
Seguramente ya has escuchado decir que somos lo que comemos, y así es. Comer es una de las formas más íntimas de contactarnos con lo que está “afuera”. Nuestro sistema digestivo es una puerta de entrada gigante y eso que nos ponemos en la boca y tragamos, literalmente pasa a ser parte de nuestro cuerpo. De ahí la importancia de ser selectivos con lo que comemos, de alimentarnos con “conciencia”, sabiendo qué es exactamente lo que estamos ingiriendo, y eligiéndolo. Alimentarnos bien es simplemente fundamental. Pero no es suficiente! Si mi digestión no funciona adecuadamente, está faltando una parte esencial del proceso.