Las estaciones nos recuerdan el lenguaje cíclico de la naturaleza. Y nosotros somos la naturaleza, por lo tanto, somos cíclicos también.
El calendario marca las fechas de cada estación, pero es importante entender que los cambios a nivel macro y microcosmos que implica cada estación, comienzan mucho antes. Las últimas semanas del verano ya encierran el inicio del otoño, gestándose. ¿Puedes sentirlo? Incluso aunque el calor se extienda más allá de lo que marca el almanaque, los días ya se van haciendo cada vez más cortos, los colores de la naturaleza se van apagando, las hojas de los árboles comienzan a caer.
En otoño la Naturaleza nos invita a volver hacia adentro. A desprendernos de lo que vino bien, pero ya no necesitamos. En una gran medida es una invitación a morir para poder volver a nacer.
En el lenguaje ayurvédico, lo que ocurre en esta estación es que aumenta la fuerza Vata en la Naturaleza. Y vata es por excelencia, la fuerza que regula los finales. En este caso, el final del verano y su esplendor. Si lo llevamos a la mitología hindú, Shiva entra en acción, destruyendo lo viejo para más adelante dar lugar a lo nuevo. ¿Puedes sentirlo en tu interior?
En otoño la Naturaleza está más vata, y consecuentemente también nosotros. Por lo tanto, ese es el dosha que tendremos que tener en mente a la hora de pensar en una rutina de otoño. Esto aplica a todas las personas, pero muy especialmente a aquellas personas de constitución vata o cursando desequilibrios de ese dosha. Porque una vez más, recordemos que ”lo similar incrementa lo similar y lo opuesto equilibra”.
Si ya leíste el ebook de la constitución natural (y si aún no lo hiciste ¡Te invito a hacerlo!) recordarás que vata es sutil, liviano, frío, seco, móvil, inestable. Y por lo tanto son esas las cualidades que buscaremos equilibrar. ¿Cómo lo hacemos? ¿Cómo contrarrestamos esas cualidades en nosotros mismos? Principalmente mediante la alimentación y nuestras rutinas diarias.
Entonces, en otoño, la invitación es a consumir alimentos cocidos, calientes, untuosos (ricos en aceites saludables) como sopas y guisos. Al ser vata liviano, preferiremos alimentos que aporten más de la tierra y sean de estación, como los zapallos, las calabazas, las papas. El sabor dulce es de elección para equilibrar a este dosha, y con dulce no me refiero a golosinas ni azúcares refinados, sino a cereales integrales, frutas y verduras de estación. En esta estación reduciremos el consumo de alimentos crudos (ensaladas y frutas frescas) y preferimos cocinar los alimentos, incluidas la frutas, como por ejemplo compotas o manzanas al horno. Nos aseguraremos también de aportar suficiente agua, nunca fría, mediante caldos e infusiones calentitas.
Una de las cosas que más desequilibra a vata, es la irregularidad. Por lo tanto, será clave mantener horarios regulares en nuestro estilo de vida. Sobre todo, en relación a la hora de levantarnos y acostarnos, así como los horarios de las comidas: procura que sea cada día más o menos a la misma hora. En otoño, el sol comienza a salir más tarde, por lo que si tus actividades diarias te lo permiten, y sobre todo si tu constitución o desequilibrios son vata, podés levantarte más tarde en esta época del año, pero siempre cerca de la salida del sol.
Si ya tienes el hábito del automasaje, recuerda ajustar el aceite base que utilices a la estación, prefiriendo aceites más cálidos como el de sésamo o almendras.
Como puedes ver, vivir un otoño ayurveda no se trata de rutinas complejas, sino de entender el lenguaje de la naturaleza y sintonizarnos con él. Al hacerlo, estamos respetando los biorritmos y permitiendo al cuerpo hacer lo que ya sabe: mantener el equilibrio. Él sabe como hacerlo, siempre y cuando no le pongamos el palo en la rueda, cosa que hacemos cuando vivimos desconectados de los ritmos naturales.
Cada estación encierra un mensaje para nosotros. El efecto y las sensaciones que nos genera, nos habla de cómo están en nosotros mismos nuestros elementos y doshas. Por eso es tan importante prestarle atención a esa información.
Te invito a observarte estas próximas semanas, a sentir qué sensaciones, emociones e incluso qué desequilibrios se presentan. Y te dejo con esta pregunta: ¿Qué mensaje tiene el otoño para ti?
