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Fluir con las estaciones

Las leyes de la naturaleza expresan que en la vida todo es cíclico, hay un comienzo, un punto medio y un final. Y ese juego se condice con la marea de los doshas y sus cambios. Kapha regula los inicios, pitta la etapa media y vata regula los finales. Esto se traduce a todos los ciclos de la vida; en el caso de las estaciones, podemos aplicarlo de este modo: kapha predomina al final del invierno y al inicio de la primavera, cuando todo brota y renace.  Pitta, a fines de la primavera y en el verano, cuando la naturaleza está exuberante y lo creado es utilizado. Y vata en el otoño e invierno, cuando todo “muere”; también las transiciones entre una estación y otra son reguladas por vata.

A través de las estaciones, la naturaleza nos enseña que en la vida nada es estático, el tiempo se mueve como las mareas y nosotros con él. Y cada etapa encierra en su interior la semilla de la siguiente. Así, en lo profundo, cuando en lo externo la vida se marchita, por dentro se está gestando la fuerza potencial para un nuevo comienzo. No hay muerte sino transformación.

Además, cuando aprendemos a observar la naturaleza y nuestra conexión con ella, nos vamos dando cuenta que el clima tiene un impacto en nosotros. Es fácil notar como un día lluvioso, frío y  gris nos afecta de manera diferente que un radiante día de sol. Si hay humedad o si hay viento, no son circunstancias que nos son ajenas, aunque (si estamos desatentos) nos puedan pasar desapercibidas. Y lo que el calor o el frío genera en una persona, puede ser muy diferente de lo que genera en otra. ¡De ahí la importancia del autorregistro y conocernos!

En líneas generales, la estación en que debemos estar más alerta es la que corresponde a nuestro dosha o biotipo y al desequilibrio actual: invierno-primavera para Kapha, primavera-verano para Pitta y otoño-invierno para Vata. Los biotipos combinados deben equilibrar a cada uno de los dos doshas al llegar a la estación correspondiente.

Un principio fundamental en ayurveda dice que “lo similar incrementa lo similar, y lo opuesto lo equilibra”. Podemos utilizar este principio para entender  como las estaciones influyen en los Doshas y por lo tanto  en nuestro cuerpo y mente. Por ejemplo, el otoño, con sus cualidades de frío, seco, ventoso va a tender a desequilibrar a vata.  Por lo que personas de constitución o con desequilibrios de tipo vata deberán tener especial cuidado en este momento del año. Del mismo modo, el  verano con su calor va a afectar especialmente a Pitta; y el frío invierno va a desequilibrar a Kapha.

Interesante, ¿no? En mi próximo artículo te voy a dar algunos tips para equilibrarnos en el otoño. Mientras tanto, te dejo con esta pregunta: ¿Cuán consciente eres del cambio de las estaciones? ¿Te da lo mismo si es verano o invierno? ¿Si está seco o húmedo? ¿Hay alguna estación que prefieras o te siente mejor? ¿Alcanzas a identificar por qué?

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